¿Tengo Ansiedad? Síntomas psicológicos de Ansiedad
Síntomas psicológicos de Ansiedad y Locura
Los síntomas psicológicos de Ansiedad son los que más miedo dan. Algunos son tan aterradores que ni siquiera nos atrevemos a hablar de ellos. Tememos que se nos “esté yendo la cabeza” y acabamos ocultándolos no solo a los demás sino también a nosotros mismos. Entenderlos es clave para perderles el miedo y poder así comprender nuestra mente.
No conozco a paciente que en la mayor de sus locuras no haya encontrado en consulta el sentido a la misma. A veces, nuestra mente se “sobreactiva” ante situaciones intensas que vivimos dando lugar a reacciones que nos asustan pues, la sociedad en la que vivimos nos ha enseñado que a eso se le llama “locura” y, lo peor de todo, que una vez “te has vuelto loco” ya no hay nada que hacer.
Esto no solo es falso, sino que, además en los últimos años se ha demostrado que toda esta sintomatología mental, lejos de ser algo “enfermizo”, puede relacionarse con estados funcionales de la mente. El término que se utiliza actualmente a estas producciones psíquicas de la mente es el de HIPERIA.
Por tanto, lejos de hablar de enfermedad mental vamos a hablar de los síntomas psicológicos que produce la Ansiedad con el fin de comprenderlos y así no asustarnos de ellos.
LA HIPERIA
Sabías que...
La hiperia es una función cerebral psíquica, como pueden ser la memoria, la capacidad musical, la inteligencia manipulativa o la verbal.
Síntomas psicológicos de Ansiedad
A continuación detallo los síntomas psicológicos que puede llegar a producir la Ansiedad patológica.
La Despersonalización y la Desrealización
En la Despersonalización te ves desde fuera de tu cuerpo. Es como si observaras tu realidad desde el punto de vista de otra persona. Como si no te pudieras reconocer.
En la Desrealización sientes que el exterior es extraño como con falta de matices, paralizado. Lo que te ocurre es que ves tu contexto y la situación que vives como si no fuese real.
Cuando se dan alguno o ambos de estos mecanismos mentales significa que la persona sufre o ha sufrido una situación que la ha impactado vivamente y el único recurso que le ha quedado a su mente es “separar” lo emocional de lo racional. La mente se disocia para poder sostener el sufrimiento y el dolor que le provoca la situación vivida.
En muchas ocasiones estos mecanismos se dan después de haber vivido una experiencia traumática, pero en muchas otras no. Es decir, la persona no recuerda haber vivido un trauma porqué no lo valoró así en su momento. En el presente algo desencadena el recuerdo del trauma y entonces “catapulta” a la mente que estalla por todo lo acumulado hasta el momento. La persona no logra relacionar lo que siente y le sucede con lo que ha pasado en el “presente”. Por este motivo, se asusta enormemente, pues la única conclusión que extrae es que “se está volviendo loca”. Lejos de ser así, la mente intenta protegernos de situaciones muy dolorosas y ésta es la única forma que tiene de hacerlo cuando los recursos faltan o no se han podido aprender a lo largo de la vida.
DESPERSONALIZACIÓN Y DESREALIZACIÓN
Sabías que...
Los Pensamientos Negativos
Pensamiento circular y negativo. Pensar que todo va a salir mal, que nada está bien y que no hay forma de arreglarlo.
La mente negativa es algo que nos limita a todos en general y a un ansioso en particular. La ansiedad viene acompañada del pensamiento rumiante que se instaura en nuestra mente y no nos deja elaborar pensamientos funcionales que nos ayuden a salir de la situación. La persona siente que no puede “parar su cabeza”, que “no puede dejar de pensar” y esto le produce un gran desgaste mental y emocional.
PENSAMIENTOS NEGATIVOS
Sabías que...
El Colapso Mental o Inseguridad Constante
Sufrir fallos en la memoria, paralización mental, no poder tomar decisiones, sensación de no competencia, etc.
Cuando llevamos años viviendo con ansiedad y más, cuando esta ansiedad se instauró en una edad temprana, es normal que acabemos creyendo de nosotros mismos que somos “incompetentes”, “tontos”, “menos inteligentes que otras personas”, “lentos”, etc.
La ansiedad provoca la paralización o la lentitud de nuestra corteza prefrontal que es la parte del cerebro que se dedica a pensar, decidir, memorizar, etc. Por tanto, al tener ansiedad esta parte queda afectada y no somos tan funcionales como podríamos. Eso nos hace “parecer lentos o incapaces” pero es importante que entendamos que al dejar de tener ansiedad nuestras funciones cerebrales volverán a estar a pleno rendimiento y podremos recuperar nuestra capacidad para pensar, memorizar, decidir, hablar, etc.
COLAPSO MENTAL
Sabías que...
El Miedo Injustificado
Cuando sientes miedos continuos y exagerados (a la muerte, a la enfermedad, a que le pase algo a un ser querido, a quedarte sin trabajo, etc.)
Debajo de toda ansiedad patológica hay miedo, mucho miedo. Los dos factores que sostienen y explican la ansiedad son: la anticipación y el miedo que se deriva de esta anticipación. De repente empiezas a sentir miedo por “cosas insignificantes”. Tu sabes que ese miedo es ridículo, no obstante, no existe manera de gestionarlo. Este tipo de miedo te hace sentir inútil, incompetente y ridículo por no poder enfrentar lo que otras personas enfrentan con la mayor normalidad. No obstante, debes recordar que es altamente probable que esas personas no hayan vivido las circunstancias que a ti te han provocado la instauración de esos miedos.
La Preocupación Exagerada
Cuando piensas obsesivamente en un hecho aleatorio y no demasiado grave, con una preocupación excesiva.
El dramatismo y el catastrofismo. Cuando una pequeña preocupación empieza a convertirse en una cadena de pensamientos que nos llevan a un resultado dramático de la situación que vivimos. Por ejemplo, nuestra pareja deja la relación y empiezo a pensar: estaré sola toda la vida, nadie me va a querer, seguramente es porqué soy una persona horrible y despreciable, no encontraré nunca nadie a quien le guste, etc.
La Evitación
A los demás, a salir de casa y de la zona de confort, a hablar de lo que nos ocurre, al conflicto, etc.
Por último, tenemos el mecanismo de la evitación. Si algo hace que se instaure la ansiedad y el miedo en nuestra vida es la evitación. Al evitar las situaciones temidas por miedo a que “nos de ansiedad” ésta cada vez se expande más y acaba afectando a cualquier circunstancia de nuestra vida. Esto no solo provoca nuestro malestar, sino que además merma profundamente nuestro sentimiento de competencia para salir de esta situación. Es clave, pues, enfrentar dichas situaciones. Como siempre digo a mis clientes: Ante la ansiedad, ¡nunca un paso atrás!
LA EVITACIÓN
Sabías que...
Si al leer este artículo te has sentido identificado con alguno o varios de estos síntomas psicológicos es importante que acudas a terapia pues una vez instaurados en nuestra vida puede resultar muy difícil cambiarlos por nosotros mismos. ¡Recuerda que pedir ayuda no es debilidad, es sentido común!
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