El León y la Luna llena
Nunca se termina de aprender a leer. Tal vez como nunca se termine de aprender a vivir.
Ella se llama Luna. El pequeño, que ya no lo es tanto, es Félix. Ariel es el abuelo, sentado, duermevela, en su butaca acolchada. Luna se da cuenta de que en su casa nadie escucha. No tiene nada bajo control. En ese preciso instante, encuentra bajo la puerta la nota de un vecino que desencadenará la correspondencia más importante de su vida.
Esta lectura es un claro reflejo de las situaciones que muchas mujeres viven como reflejo de nuestra actual sociedad. Mujeres independientes, valientes, inteligentes, madres, profesionales, hijas, amigas, hermanas, compañeras y una multiplicidad de roles que a veces nos exigimos cumplir con la mayor eficacia posible y olvidando en el camino muchas veces la realidad de nuestro propio ser y necesidades que no es precisamente el controlar cada una de estas situaciones o roles sino vivir para disfrutar de todo aquello que nos rodea dando el máximo permitido sin hipotecar nuestra propia existencia.
El León y la Luna Llena es un relato corto que nos permite descubrir esta situación descrita pero que a la vez nos inunda de esa luz de esperanza que se transmite cuando la respuesta a nuestros problemas está delante de nosotros mismos y es más fácil de llevar a cabo de lo que imaginamos… solo es cuestión de “dejar ir”…
Recomendamos este libro para todas aquellas mujeres imperfectas que necesitan ponderar su situación en la vida y empezar a amar cada una de sus imperfecciones dejando que las personas de su alrededor sean las que le ayuden a soltar un poco más de lastre en sus responsabilidades.
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