Nunca se termina de aprender a leer. Tal vez como nunca se termine de aprender a vivir.
Son solo lágrimas, como las que derraman los hombres – dijo Bagheera-. Ahora ya sé que eres un hombre. Has dejado de ser un cachorro humano. Ya no hay sitio para ti en la selva. Déjalas correr, Mowli. Son solo lágrimas. – Rudyard Kipling, El Libro de la Selva.
WONDER. La Lección de August, fue un libro que ya recomendamos anteriormente y que ha recordado a miles de lectores la importancia de ser amable. Pero este no es un libro sobre August, un niño que quiere ser normal a pesar de su aspecto. Esta es la historia de Julián, el niño que peor lo trata. No soporta verlo, no soporta que sea amigo de Jack, no soporta que vaya a su colegio… y no es capaz de darse cuenta del impacto que sus actos pueden tener en los demás.
La Historia de Julián, es el segundo libro de la saga Wonder, un relato escrito de forma sencilla pero con una emotividad tal que no puede dejar impasible a ningún lector. En esta historia se descubre una situación que lamentablemente ocurre con bastante asiduidad en los colegios: el bullying (acoso escolar). La Historia de Julián, es la historia del acosador de August. El relato no solo nos muestra los motivos y miedos de Julián, sino también las pautas de conducta de sus padres que fuera de evitar esta situación la están reforzando.
Este libro, junto con el resto de relatos de Wonder, no solo debería ser leído por los más jóvenes, también debería ser leído por padres y educadores para poder reflexionar sobre las conductas que estamos llevando a cabo y si las mismas ayudan a la integración, a eliminar el acoso o, aunque sea desde la más absoluta inconsciencia y buena voluntad, están empeorando la situación.
Una de las lecciones más valorables de esta lectura que deberíamos poder trasladar a los jóvenes es que un error no nos define, lo que nos define es que hacemos con dicho error y si somos capaces de aprender del mismo. Y sobretodo si somos capaces de poder pedir perdón.
Recomendamos este libro para padres, preadolescentes o adolescentes, profesores o educadores y en definitiva todas aquellas personas vinculadas de una forma u otra a los niños y jóvenes que se preocupan por transmitir y aprender unos valores firmes y emocionalmente saludables respecto a la manera de relacionarnos con los demás. Recuerda, si no sabes qué hacer, pues sé amable. Eso nunca falla.
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2 Comments
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Muy interesante; visto desde otro abordaje, el problema de los seres humanos es la carencia afectiva, asi que ser amable, y decir algunas palabras en concordancia a cada rato, es un buen consejo
Saludos atentos
Gracias Luis Carlos por dejarnos tu comentario!
Efectivamente, con un poquito más de amor y amabilidad podemos ir llenando la falta de afecto de muchas personas a través de gestos muy sencillos.
Un saludo,