La Ansiedad Social
Existen algunos estudios que han relacionado la falta de habilidades sociales con la ansiedad social. No obstante, con la experiencia clínica he podido observar cómo personas con grandes dotes en el ámbito de las habilidades sociales acababan aislándose de todos sus amigos y familiares. Por tanto, sí es cierto que tener pocas habilidades sociales será seguramente un factor de riesgo para el desarrollo de una ansiedad social, pero tener unas buenas habilidades sociales no impedirá que podamos desarrollar otro tipo de trastorno de ansiedad.
Es decir, el problema es que, si sufrimos un trastorno de ansiedad durante mucho tiempo éste acaba afectando a nuestra autoestima y a la confianza que sentimos en nosotros mismos. Por ello nuestra capacidad de relacionaros con los demás se ve mermada y por este motivo un trastorno de ansiedad “cualquiera” puede verse acompañado de ansiedad social o de parte de sus síntomas.
En artículos anteriores os hablé de los síntomas conductuales y de relación con los demás, pero ¿qué podemos hacer cuando estos síntomas se acaban convirtiendo en una ansiedad social? Quédate 5 minutos conmigo para descubrirlo y ayudarte a gestionar mejor estos síntomas de ansiedad.
TRASTORNO DE ANSIEDAD
¿Qué es la Ansiedad Social?
Cuando uno siente Ansiedad y miedo de forma continuada no puede evitar sentirse extraño, inadecuado, torpe e, incluso, avergonzado. Con toda esta mochila de sentimientos y pensamientos uno teme que los demás le descubran. Que descubran sus debilidades, sus miedos, sus locuras. Como si fueran los únicos que las poseyeran.
Muchas veces la Ansiedad empieza por una timidez extrema que nos impide relacionarnos adecuadamente con los demás. En estos casos, la persona se aísla sintiéndose cada vez más sola e inadecuada y, por tanto, empeorando así sus síntomas.
Las personas que sufren de este tipo de ansiedad suelen presentar los siguientes síntomas:
Dificultad para iniciar una conversación con alguien que se encuentran por la calle.
Nerviosismo e incluso paralización a la hora de presentarse a sí mismo en una reunión social.
Incapacidad para decir que no o mostrar desacuerdo por miedo a molestar o que lo rechacen.
Bloqueo en las relaciones sociales.
Estar muy pendiente de lo que los demás puedan opinar de uno mismo.
Preferencia para pasar desapercibido cuando están con gente pues sienten miedo al sentir que lo pueden señalar o juzgar.
Causas de la Ansiedad Social
No obstante, muchas veces la persona no siente en un inicio esta timidez extrema. En cambio, sí siente un gran temor interior a “no ser aceptado” o a “ser rechazado”. Para una mayor dificultad, este temor suele ser inconsciente y provocado por vivencias del pasado. Normalmente por la relación con los padres, la familia en general, los amigos de la infancia, etc. Es decir, en algún momento la persona sintió una inseguridad extrema al no sentirse aceptada y amada. Por tanto, su autoestima quedó deteriorada y, aunque haya podido ir navegando por la vida de forma funcional, llega un momento donde todo se desmorona y los miedos inconscientes afloran.
La cuestión, es que cuando empezamos a sufrir ansiedad todo nuestro sistema de alerta se ACTIVA mandándonos señales de terror, inadecuación, angustia y descontrol. En ese estado, cualquier humano lo único que quiere es SENTIRSE SEGURO. Por este motivo, buscará el ambiente que mejor cumpla esas condiciones de seguridad y que suele ser: MI CASA y MI FAMILIA CERCANA.
INSEGURIDAD EXTREMA
Sin darnos cuenta, empezamos a evitar situaciones, personas o cambios. Empezamos a evitar lo novedoso, lo que no conocemos, la diversión o, incluso, la experiencia de conocer a alguien nuevo. Lo hacemos porqué nuestra mente se ve invadida de pensamientos negativos del estilo: ¿y si me viene la Ansiedad y les corto el rollo? ¿y si no me van a entender? ¿y si cojo un avión y me da el agobio ahí arriba? ¿y si me dice que no? ¿y si se enfada conmigo? Y así, podríamos tener una lista eterna de los “y si…” que nos impiden hacer aquello que realmente nos apetece y que no hacemos por miedo a “tener Ansiedad”.
Llegados a este punto, nuestro cerebro racional se ve bloqueado por el miedo e incapaz de elaborar pensamientos nítidos, respuestas adecuadas o encontrar soluciones a situaciones “sencillas”. Nuestra mente está tan preocupada en “que no se note” o “en que no me de la ansiedad por favor” que no puede pensar en cosas tan sencillas como responder a una pregunta de otra persona.
NUESTRO CEREBRO RACIONAL
En ese estado parecer “raro” es sencillo y lo peor es que nos lo creemos y con ello crece nuestro sentimiento de inadecuación y de querer evitar el contacto humano para no ver en los ojos de los demás los demonios que llevamos nosotros por dentro. El problema es que los ojos de los demás solo reflejan lo que nosotros mostramos no lo que somos en realidad. Lástima que se nos olvide pensar en ello.
¿Cómo gestionar la Ansiedad Social?
Para empezar a combatir este tipo de síntomas podemos poner en práctica las siguientes recomendaciones:
Sé sincero:
Si no hablas de lo que te sucede será difícil que los demás puedan adaptarse o ayudarte en tu situación. Es importante que superes el miedo “a qué pensarán”. La Ansiedad es algo natural que sufrimos la mayoría en algún momento de nuestra vida y seguramente encuentres más comprensión de la que te esperas.
No te exijas más de lo necesario:
Intenta aceptar tu “sensibilidad” ante esta situación. Para ello, no te exijas algo para lo que ahora no estés preparado como por ejemplo ir a una reunión social con desconocidos. Si eso te atemoriza busco un paso “más pequeño” como por ejemplo quedar con un amigo íntimo y un amigo de ese amigo.
Practica tus habilidades sociales:
Ensaya con personas de confianza una conversación o una pequeña exposición para que “entrenes” el malestar que te generan ciertas situaciones y aprende a convivir con ellas sin ese miedo atroz.
Aprende a decir “NO”:
Una parte muy importante para superar el miedo al rechazo es decir no a cosas que no quieres hacer o expresar aquello que piensas o sientes. Ponte el reto de decir cada día algo “incómodo para ti”: qué opinas sobre un tema, decir no a una petición típica que te hacen, expresar tus sentimientos a tu pareja, etc.
Prémiate por cada logro:
Cada esfuerzo e intento – en la línea de las anteriores recomendaciones – merecen tu reconocimiento. Da igual si “es lo normal para el resto”, para ti ahora no lo es y mereces todo el reconocimiento. Define cómo te vas a premiar por cada uno de tus esfuerzos y logros y ¡no olvides cumplirlo!
Pide ayuda si crees sufrir Fobia Social o alguno de sus síntomas.
Recuerda que sufrir ansiedad solo te permite vivir a medias y tú te mereces una vida completa.
Si sufres ansiedad y sientes que no puedes manejarla, que se mantiene o empeora con el tiempo, no dudes en consultar con nosotros. La ansiedad genera un gran sufrimiento a la persona que la padece, llegando a sentir que pierde el control sobre su mente y cuerpo. Acudir a terapia te ayudará a entender y manejar tu ansiedad con mayor facilidad. ¡Contáctanos!
¡Comparte este artículo!
Acerca del Autor:
Deja tu comentario
Debes iniciar sesión para escribir un comentario.
Síguenos: