El Buen Amor en la Pareja
Nunca se termina de aprender a leer. Tal vez como nunca se termine de aprender a vivir.
Cuando uno y uno suman más que dos…
Este libro no marca las normas sobre cómo debe ser el buen amor en la pareja, este libro habla de cómo cada uno ha de encontrar su propia fórmula para sentirse feliz con alguien. Habla de que disfrutamos del buen amor, cuando en él somos auténticos, exactamente como somos y dejamos que el otro sea exactamente como es, en definitiva, cuando uno y uno suman más que dos. Algunas de las reflexiones que podemos extraer de este libro:
La pareja no te puede hacer feliz ni te puede hacer infeliz, es así como empieza el libro del Buen amor en la pareja. Nadie te puede hacer infeliz a pesar de que en la pareja eres candidato a vivir el dolor, y la pérdida, todo depende de la actitud con que afrontes las situaciones. Puedes vivir el dolor y el desamor, pero no ser víctima de ello. Siempre está en tus manos cómo vas a vivir las cosas, qué sentido les vas a dar y qué vas a aprender de todo eso.
Tampoco ni la pareja ni nadie te va a hacer feliz, porque la felicidad es un estado interior, que al final solo depende de uno mismo y de la que nos hemos de responsabilizar cada uno de nosotros. En la pareja puedes experimentar grandes momentos de felicidad, pero no te puede dar la felicidad, es un ingrediente pero no es toda la receta, porque es un estado interno que creamos nosotros, aprendiendo a aceptar lo bueno y lo doloroso de la relación.
¿Para qué sirve entonces la pareja?
Sirve para estar en contacto, para sentir que pertenecemos a algo, para vivir acompañados. Para un mamífero no hay mayor necesidad que la formar parte de un colectivo y estar en contacto con otras personas. Cuando somos niños sentimos una gran felicidad por pertenecer a nuestra familia de origen, pero cuando nos hacemos adultos sentimos que nos falta algo más. Necesitamos sentir la pertenencia con otras personas especialmente con nuestra pareja. Al enfrentarnos a este mundo nuevo de la pareja como adultos, sentimos que formamos parte de algo que va a crear un nuevo núcleo familiar diferente a nuestra familia de origen.
Tenemos todo el derecho del mundo a experimentar el sentimiento de pertenencia pero sin pretender, ni exigir, ni esperar que cumpla todas nuestras expectativas. No es real, pensar que nuestra pareja, va a curar todas nuestras heridas que traemos desde pequeños, ni que va a calmar todos nuestros miedos, ni que va llenar el vacío que sentimos. Todas estas expectativas son excesivas, y a menudo truncan la relación de pareja. Si llega algo de todo eso, bienvenido sea, pero no pretender que sea un requisito.
Recomendado para aquellos que necesiten una visión realista y asequible de cómo fundar una relación de pareja basada en el amor no en la necesidad ni en las exigencias. Si estás pasando un mal momento en tu relación de pareja quizás este libro te ayude a reflexionar en cómo movilizar nuevas actitudes que te permitan mejorar tu situación actual
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