Ejercicios de fuerza y mejora de la ansiedad

Superar un trastorno de ansiedad, o mejorar los efectos del estrés sobre nuestra mente y nuestro organismo, requiere no solo de un trabajo mental sino también de amplios y específicos cuidados a nuestro cuerpo.

Todos conocemos los beneficios del ejercicio físico sobre nuestra salud física y mental, no obstante, las últimas investigaciones están arrojando luz sobre los beneficios adicionales que están implícitos en los ejercicios de fuerza, así como su especial repercusión en nuestra salud mental. Del mismo modo, también se están considerando este tipo de ejercicios como una estrategia significativa en el tratamiento de la reducción del dolor en enfermedades tales como la fibromialgia.

En artículos anteriores os he ido hablando del Abrazo de la Mariposa, una poderosa técnica para aliviar la ansiedad y hoy os voy a hablar de los beneficios de los ejercicios de fuerza para prevenir los síntomas de ansiedad y hacernos, así, más resistentes a las consecuencias de este tipo de trastorno psicológico o dificultades similares como la depresión y el TOC (trastorno obsesivo compulsivo).

Los ejercicios de fuerza son un recurso para mejorar tu ansiedad y tu autoestima

Nuevas investigaciones ponen en evidencia que los ejercicios de fuerza no solo son un beneficio para nuestra salud física sino también mental.

En concreto, se ha demostrado recientemente que el entrenamiento de fuerza podría reducir algunos de los síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT) así como mejorar la ansiedad y la depresión (Whitworth JW et al., 2019).

Asimismo, la mejora de nuestra condición física y nuestra figura repercute en la percepción que tenemos de nosotros mismos lo que implica que nos veamos mejor, más fuertes y capaces. Por lo que se mejora nuestra autoimagen, nuestra autoeficacia y nuestra autoestima pilares básicos que nos llevan a relacionarnos mejor con nuestro entorno.

Por tanto, a continuación, detallamos los principales beneficios de los ejercicios de fuerza y su relación con la ansiedad:

La importancia de fortalecer los músculos y proteger nuestros huesos:

Al mejorar nuestra masa muscular mejoramos el sostén, la postura y el movimiento. Asimismo, los ejercicios de fuerza estimulan la fijación de calcio al hueso lo que favorece la mineralización ósea y previene la osteoporosis.

Estas condiciones ayudan a combatir los síntomas de ansiedad que tienen que ver con:

El Equilibrio y la coordinación

Esto se debe a que el entrenamiento de fuerza ayuda a mejorar la función del sistema propioceptivo.

La PROPIOCEPCIÓN: es el sentido que informa a tu cabeza de dónde están las diferentes partes de tu cuerpo y sus movimientos. Está relacionado con la postura, el equilibrio, el sistema vestibular (equilibrio oído interno), la marcha y la estabilidad.

Es decir, pueden ayudar a prevenir los síntomas relacionados con las pérdidas de equilibrio y los mareos tan típicos de la ansiedad.

concentración nos impide la rumiación excesiva y mejora la concentración de serotonina:

La alta concentración que necesitamos para realizar correctamente los ejercicios de fuerza reduce la rumiación y disminuye la percepción de estrés-ansiedad.

Además, su práctica regular incrementa los niveles de serotonina, dopamina, endorfinas y anandamida, todos ellos neurotransmisores implicados en el bienestar emocionalla concentración y la memoria.

 

Mejora la capacidad respiratoria

Mayor fuerza muscular implica un menor esfuerzo para realizar un movimiento determinado y, por tanto, una reducción del consumo de oxígeno.

Esto quiere decir que, con una masa muscular más fuerte, será más probable que subas las escaleras sin fatigarte. Y esto es muy importante para aquellas personas que sufren ansiedad y se asustan fácilmente con la “falta de aire”. Incrementar tu capacidad pulmonar te dará mayor seguridad para enfrentarte a este tipo de síntomas.

Mejora de tu confianza y autoestima  

Mejorar tu masa muscular no solo te proporcionará una mejor autoimagen (verte más guapo) sino que además este repercute en tu autoestima pues favoreceremos:

  • Que te sientas más capaz de enfrentar ciertas situaciones.

  • Te veas más fuerte físicamente.

  • Sientas mayor seguridad en ti mismo para llevar a cabo estas rutinas de ejercicio.

  • Tengas mayor sensación de “logro”.

  • Sientas una mayor libertad para moverte de forma independiente.

  • Todo lo anterior, suele repercutir positivamente en nuestras relaciones sociales y, por tanto, te sentirás también mejor interactuando con los demás.

Otros beneficios:

 

Mejora del metabolismo...

El entrenamiento de fuerza mejora la sensibilidad a la insulina y, por tanto, reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo II.

Mejora en el tratamiento de la obesidad...

El aumento de masa muscular implica un incremento de la tasa metabólica basal, aumentando así la energía que nuestro cuerpo consume en reposo y, por tanto, favoreciendo un balance energético equilibrado.

NOTA IMPORTANTE: Es importante evaluar con un profesional de la salud la adecuación de este tipo de ejercicio y su intensidad a tu condición física.

BIBLIOGRAFÍA:

Pide ayuda si crees estar sufriendo ansiedad, depresión o cualquier afectación psicológica que pueda estar limitando tu vida. ¡Contáctanos!

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Acerca del Autor:

Mi nombres es Carolina soy Psicóloga y Coach. Gracias a mi experiencia y mi formación me he especializado en el Tratamiento para librar a las personas de la Ansiedad y ayudarles a recuperar la confianza en sí mismas en menos de 20 sesiones y a través de un MÉTODO PROPIO.

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