Diferencias entre TOC y Ansiedad
Sufrir TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) puede implicar un gran deterioro de nuestra vida y de la relación con los demás. Los pensamientos obsesivos y recurrentes que invaden la mente de una persona que sufre TOC le conducen a conductas repetitivas con el único objetivo de aliviar toda la ansiedad que la misma obsesión les provoca. No obstante, al acudir a consulta muchas personas realizan una demanda exclusivamente para “aliviar su ansiedad”. En este caso, han sido capaces de identificar que sufren cierta sintomatología física, pero, en muchas ocasiones, obvian las obsesiones y pensamientos intrusivos que les provocan todas esas alteraciones físicas (somatizaciones). Muchas veces por desconocimiento, pero muchas otras debido a la vergüenza tóxica de reconocer tener unos pensamientos extravagantes o, incluso a veces, de cierta índole agresiva.
En artículos anteriores os he ido hablando de La Ansiedad, El TOC y sus tipologías o Las Causas del TOC pero en este artículo os voy a hablar de sus síntomas y su estrecha relación con la Ansiedad.Quédate 5 minutos conmigo para saber si la vergüenza tóxica ha evitado que reconozcas que debajo de tu Ansiedad puede existir un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
Síntomas del TOC
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por dos conjuntos de síntomas íntimamente relacionados: las obsesiones y las compulsiones.
Las obsesiones son pensamientos e imágenes que invaden la mente de una persona en contra de su voluntad. En ocasiones se manifiestan también como una urgencia o un deseo inaplazables, un impulso o una necesidad irresistible de hacer o decir algo, por lo general inadecuado o socialmente inaceptable. Estas obsesiones causan un malestar tan grande que la persona siente que debe hacer algo para detenerlas, para alejarlas de su mente y recobrar así su tranquilidad y bienestar.
Es entonces cuando aparecen las compulsiones, es decir, comportamientos cuya finalidad es reducir el malestar que provocan las obsesiones.
Estas compulsiones pueden ser manifiestas (tocar, decir algo en voz alta, lavar, repetir una acción que se acaba de hacer, etc.) o encubiertas (pensar en números, decirse a uno mismo ciertas frases, esforzarse por pensar en algo diferente o opuesto, etc.).
- Miedo a ser contaminado por tocar objetos que otros han tocado.
- Dudas de que hayas cerrado la puerta o apagado la calefacción.
- Estrés intenso cuando los objetos no están ordenados o posicionados de cierta manera.
- Imágenes de conducir tu coche entre una multitud de gente y la posibilidad de atropellar a alguien.
- Pensamientos sobre gritar obscenidades o actuar inapropiadamente en público.
- Imágenes sexuales desagradables.
- Evitar las situaciones que pueden desencadenar obsesiones, como el apretón de manos.
- Lavarse las manos hasta que la piel se vuelve áspera.
- Comprobar las puertas repetidamente para asegurarnos de que están cerradas.
- Revisar la cocina repetidamente para asegurarnos de que está apagada.
- Contar en ciertos patrones.
- Repetir en silencio una oración, palabra o frase.
- Arreglar el vestuario para que quede todo simétrico y por colores.
SÍNTOMAS DEL TOC
Diferencias entre TOC y Ansiedad
El principal problema a la hora de tratar el TOC es su coexistencia (comorbilidad) con otro trastorno mental como la depresión, los trastornos de la alimentación o el trastorno de ansiedad (por poner algunos ejemplos). No obstante, nos vamos a detener aquí en la relación del TOC con el Trastorno de Ansiedad (trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, agorafobia, hipocondría o similar) pues en muchas ocasiones resulta difícil de diferenciar unos de otros.
Los pensamientos...
- De la persona con un Trastorno de Ansiedad podrían sonar así: ¿Voy a perder mi trabajo? ¿Si salgo voy a marearme y nadie me va a recoger? ¿Y si esto es un ataque al corazón?
- En cambio, los pensamientos de la persona con TOC podrían sonar así: ¿Habrá SIDA en la manilla de la puerta? ¿Y si no he cerrado la puerta y entra alguien por la noche y abusa de mí? ¿Podría abandonar a mi bebé en medio de la calle? ¿He atropellado a esa persona y no me he dado cuenta? ¿Y si no puedo remediarlo y me tiro por el balcón?
Como podemos ver la principal diferencia es que en el caso de un trastorno de ansiedad las preocupaciones están más relacionadas con circunstancias de la vida cotidiana (trabajo, economía, enfermedad, responsabilidad, etc.), mientras que el contenido obsesivo del TOC es más extraño o fuera del rango tipo de experiencias habituales de una persona (contaminación, agresión, sexo…).
Por otro lado, la preocupación en el Trastorno de Ansiedad es más iniciado por el pensamiento lógico de la persona mientras que en el TOC la obsesión se vive como impulsiva e intrusiva (en forma de pensamiento o incluso de imagen) y totalmente rechazada por la persona al considerarla fuera de lo normal e inadecuada.
Por tanto, ambos trastornos se manifiestan con la misma sintomatología física propia de la ansiedad (palpitaciones, sudoración, angustia, náuseas, etc.) pero en el caso del TOC la persona desarrolla una compulsión que la lleva a disminuir toda esa sintomatología: contar números, repetir una acción, repetirse frases, comprobar, etc. En este caso, todos estos rituales son considerados por la persona vergonzosos y fuera del normal por lo que suele llevarlos en secreto y no compartirlos con nadie, muchas veces tampoco con su propio psicólogo que acaba deduciéndolos una vez el proceso terapéutico ha logrado afianzarse y ha menguado la sintomatología ansiosa.
LA PRINCIPAL DIFERENCIA
Es que en el caso de un trastorno de ansiedad las preocupaciones están más relacionadas con circunstancias de la vida cotidiana, mientras que el contenido obsesivo del TOC es más extraño o fuera del rango tipo de experiencias habituales de una persona.
La Vergüenza Tóxica
La persona evita hablar de sus obsesiones y compulsiones debido a la vergüenza tóxica. Ese sentimiento internalizado que tiene la persona de ser imperfecta y defectuosa como ser humano y que le lleva a no hablar de sus pensamientos y sentimientos por miedo a sentirse juzgada y rechazada.
Muchas de estas personas aprendieron en su infancia a sentirse avergonzados de sus propios sentimientos y por ello internalizaron que cualquier tipo de pensamiento o necesidad “fuera de lo normal” los convierte en personas disfuncionales e inferiores. Lo que los lleva a esconder sus obsesiones y compulsiones o a disimularlas sobremanera.
Esto, lejos de ayudar, perjudica notablemente el tratamiento del TOC pues, incluso en terapia, la persona teme explicar su mundo interior lo que le imposibilita, no solo el desahogo emocional, sino también la posibilidad de ver sus obsesiones desde otro punto de vista.
Cuando nuestros sentimientos están ligados a la vergüenza tóxica, nos sentimos paralizados. Paralizar el dolor se consigue a través de varias defensas del ego que utilizamos cuando la realidad se vuelve intolerable.
- Negación (no está pasando en realidad)
- Represión (nunca sucedió)
- Disociación (no recuerdo lo que pasó)
- Proyección (te está ocurriendo a ti, no a mi)
- Conversión (como compulsivamente o hago el amor cuando siento que está pasando)
- Minimización (ocurrió, pero no es tan grave).
Básicamente, nuestras defensas del ego son formas de distraernos del dolor que estamos sintiendo y en el caso del TOC son enormemente utilizadas todas ellas, pero podemos destacar LA NEGACIÓN Y LA CONVERSIÓN que están totalmente vinculadas a la vergüenza tóxica.
Por tanto, el principal paso para cualquier persona que sufre TOC es poder reconocer la existencia de sus pensamientos intrusivos (obsesiones) y sus conductas repetitivas (compulsiones) para así poderlos comentar libremente con su terapeuta y, entre ambos, empezar a trabajar las inseguridades y necesidades que dichos mecanismos están intentando tapar o paliar.
Pide ayuda si crees estar sufriendo un TOC.
Como has podido ver quizás debajo de tu Ansiedad existe un patrón obsesivo-compulsivo que te está impidiendo superar tu ansiedad.
Si crees que puedes estar sufriendo un TOC desde hace tiempo, no dudes en consultar con nosotros. Cualquier desajuste emocional o malestar mental genera un gran sufrimiento a la persona que la padece, llegando a sentir que pierde el control sobre su mente y cuerpo. Acudir a terapia te ayudará a entender y manejar tu dificultad con mayor facilidad. ¡Contáctanos!
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