Ansiedad: La importancia de la Serotonina
Carolina Blanco.
Según las últimas investigaciones sabemos que la serotonina se sintetiza en el intestino y en el cerebro. El 90 % del total de la serotonina presente en el cuerpo humano se encuentra en el tracto gastrointestinal y en las plaquetas de la sangre. El resto proviene de las neuronas del sistema nervioso. Por este motivo, es tan importante centrar nuestros esfuerzos en la reducción del estrés, los hábitos saludables y el cuidado específico de nuestro aparato digestivo para así incrementar la producción y recaptación de serotonina
No obstante, nada de esto suele ser suficiente cuando estamos hablando de trastornos de ansiedad como la Hipocondría, la Agorafobia u otras dificultades relacionadas como la depresión, el TOC, los trastornos de la alimentación, las adicciones entre otros.
En artículos anteriores os hablé del Intestino nuestro segundo cerebro y de la importancia de los hábitos y la alimentación para la recaptación de serotonina. No obstante, en este artículo vamos a profundizar en la importancia de trabajar nuestros pensamientos, comportamientos y decisiones pues, son también elementos clave para la correcta producción de serotonina a nivel cerebral.
La Serotonina y sus beneficios a nivel mental
La Serotonina es un neurotransmisor estabilizador del ánimo por este motivo es tan importante su equilibrio dentro de nuestro organismo.
Además, la serotonina juega un papel en muchos procesos biológicos incluidos el sueño, el apetito, el dolor, el estado de ánimo, la temperatura corporal, la agresividad y el control de los impulsos.
Por tanto, si te has sentido identificado con cualquiera de estas dificultades debes saber que trabajar para una óptima producción de serotonina a nivel cerebral será clave para tu recuperación y bienestar.
Los antidepresivos no son suficiente
Los antidepresivos que se recetan y que denominamos Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) tratan de aumentar precisamente estos niveles de serotonina. La función de estos antidepresivos es la reabsorción (recaptación) de la serotonina en las neuronas. De este modo, hay más serotonina disponible para mejorar la transmisión de mensajes entre las neuronas.
Los antidepresivos junto a una mejora en la alimentación y los hábitos de la persona son muchas veces imprescindibles para nuestra mejoría o, si más no, para evitar perjudicar el cuadro de síntomas que padecemos.
obstante, nada de esto suele ser suficiente cuando estamos hablando de trastornos psicológicos como la ansiedad, la depresión, el TOC, los trastornos de la alimentación, las adicciones u otras dificultades.
Huir de la adicción a la dopamina puede ser la cura a tu ansiedad
Para poder superar un trastorno de ansiedad grave u otra dificultad similar debemos acompañar las estrategias anteriores de cambios profundos en nuestra forma de ser y actuar. En estos casos, trabajar los cambios de comportamiento, la forma de pensar y de tomar decisiones, así como la regulación emocional serán clave para la recuperación de tu salud mental.
Es decir, padecer ansiedad o depresión (al margen de su origen) nos lleva a una serie de comportamientos y decisiones que impiden probablemente la producción de esa serotonina que tanto necesitamos. Ya que, sin darnos cuenta, nuestros comportamientos y decisiones van destinados EN MAYOR MEDIDA a la producción de DOPAMINA (búsqueda del placer o del alivio) que, en estos casos, puede ser contraproducente para el equilibrio que necesitamos.
Puesto que, al segregar más dopamina, fomentamos la activación de nuestro Sistema Nervioso Simpático (lucha/huída) para ayudarnos a evitar sufrir las sensaciones tan desagradables asociadas a la ansiedad (u otra dificultad) o para buscar momentos de placer (quizás a cualquier precio). Estas soluciones a corto plazo nos evitan EL SUFRIMIENTO DEL MOMENTO o NOS GENERAN UN GRAN PLACER MOMENTÁNEO, pero se pueden volver adictivas y enfermizas a medio/largo plazo.
Estas reacciones son automáticas y no meditadas por lo que, en general, nos llevan a comportamientos que realmente no deseamos y de los que luego nos solemos arrepentir.

Si nos damos cuenta, cualquier acción que nos lleve a la persecución de nuestra ansiada serotonina nos va a suponer probablemente un MALESTAR al principio, pero también UNA CALMA SOSTENIDA en el tiempo. En cambio, la acciones que fomentan la dopamina tienen un PLACER-ALIVIO inmediato, pero incrementan el malestar a medio y largo plazo.
NOTA IMPORTANTE: Hemos querido trasladar en este artículo solo los comportamientos considerados “típicos-normales” y dejar de lado los “más disfuncionales” como por ejemplo el consumo de drogas, alcohol o adicción similar.
Vamos a ver un ejemplo en caso de sufrir Agorafobia:
“Siento mucho miedo si tengo que alejarme sola de mi casa. Por ello, intento ir siempre acompañada o no salir”.
Al “elegir esta conducta” logramos el ALIVIO DEL MOMENTO (dopamina) pero fomentamos la inseguridad y los pensamientos negativos de no sentirnos capaces. Asimismo, cada vez que tengamos que enfrentar una nueva situación (anticipación) se activará el siguiente círculo vicioso:

Así pues, algo que podría ser bueno “en poca cantidad” para nuestra supervivencia, llevado al exceso puede resultar patológico pues recurrimos con mucha facilidad al alivio inmediato de cualquier malestar.
Por tanto, desarrollar nuestra tolerancia al miedo y al malestar mediante la neuroadaptación puede ser clave para que el cerebro pueda segregar esa serotonina que nos lleve a la calma y a la seguridad.
Abrazar el dolor: Una posible estrategia para fomentar la serotonina
Según todo lo anterior, podríamos concluir que aprender a ABRAZAR EL DOLOR puede ser una gran estrategia para fomentar nuestra serotonina, es decir, llevarnos a la calma, la serenidad y la seguridad a través del SOSTÉN DEL MALESTAR.
Abrazar el dolor implica, de alguna forma, aprender a sostener el malestar y posponer el alivio inmediato. Enfrentarnos en pequeñas dosis a aquello que tememos tomando decisiones que impliquen un pequeño reto para nosotros en vez de caer en la “comodidad del alivio inmediato” de aquello que tememos o nos es incómodo.
En resumen, podríamos decir que:
Sostener el malestar nos da paciencia, capacidad de postergar la gratificación y autodisciplina lo que, a su vez...
nos lleva a una mejora también de la gestión emocional.
En cambio, sucumbir fácilmente al alivio del malestar nos da impulsividad, nerviosismo y baja tolerancia al dolor, por lo que...
es más fácil que lleguemos a una fácil desregulación emocional.
Al margen de lo anterior, también podemos practicar otros hábitos que nos ayuden a incrementar nuestra tolerancia al malestar a nivel fisiológico y fomenten la flexibilidad cognitiva:
- Tomar duchas de agua fría y sostener la incomodidad que ello supone.
- Realizar ejercicios de fuerza que me impliquen ciertos retos físicos.
- Postergar decir que SÍ de forma automática para aprender a sostener la CULPA.
- Tomar diferentes caminos para ir al mismo lugar.
- Sentarme en un lugar diferente cada vez que vaya al mismo lugar.
- Probar comidas nuevas, etc.
ÚLTIMA CONSIDERACIÓN: Siempre hablamos de “equilibrios” no de que ninguno de estos 2 neurotransmisores (dopamina o serotonina) sea negativo para nosotros.
BIBLIOGRAFÍA:
- Las obsesiones y el trastorno obsesivo compulsivo (M. Hernández, 2022. Ed. Desclée de Brouwer, Bilbao).
- Generación dopamina (A. Lembke, 2022. Eds. Urano, Madrid)
- Revisión documental sobre los aspectos bioquímicos y nutricionales determinantes de la síntesis y acción de la serotonina y melatonina en pacientes con trastorno depresivo mayor (Serna-Higuita, Leidy Johana, 2020. Recuperado de: https://repositorio.uco.edu.co/handle/20.500.13064/950).
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